Lo tengo en la punta de la lengua... no sé bien cuando fue ke llegó y se me hizo imposible recordar ke fue lo ke la hizo llegar hasta hí.
La tengo ahí hace rato, se asoma y amaga con salir cada dos por tres... pero no, no lo hace... algo la calla... se keda ahí, caminando por la cornisa de mis labios, jugando a hacer ekilibrio.
Pero no se anima a existir... entonces se keda ahí, inconclusa, a medio pensar, a medio decir, jugando a ser pero sin ser.
Como un susurro ke solo yo atino a escuchar, pero ke suena tan bajito ke no se entiende lo ke dice.
Seguiré intentando persuadirla, capáz ke un día se anime... i kizá, me arme de valor para cometer un “palabricidio” y la empuje hasta tus oidos de una vez por todas.