Hay momentos en ke la vida nos pone a pruebas... Nos muestra su cara más bella, más agradable y divertida. Nos hace sentir ke el mundo no es tan malo como hasta ese momentos habíamos pensado. Y es en ese momento cuando la disyuntiva aparece: Seguir viviendo en la despreocupación, entre lujos y paraísos, alejados de la realidad sufrida de un mundo agonizante; o envolvernos en la aburrida (pero necesaria) vida rutinaria.
Si tan dependientes somos de nuestra rutina, ¿porké nos sentimos tan bien al alejarnos de ella’ ¿Porké decir ke somos libres cuando nosotros mismos somos los peores tiranos?
¡Rompamos las cadenas de la rutina!... Disfrutemos de nuestra preciada (aunke ingenua) libertad.